eduardo gil
Flosser (Limpia dientes). 2016. Manos de
maniquí e hilo dental. Dimensiones variables.
Eduardo Gil es un explorador de las potencialidades
conceptuales de la imagen, de la capacidad que estas poseen para convertirse en
un dispositivo crítico, en un »espacio relacional« en el que confluyen
múltiples significaciones. Las obras de Gil son »proyectos« en los que indaga
acerca de los más apremiantes problemas éticos y políticos de la actualidad,
develando los recursos, estrategias y discursos desde los que el poder se
ejercita, tanto en términos de subjetivación de los seres humanos como de su
control y dominio. Estas obras, elaboradas en diversos formatos y medios
expresivos, establecen sus conexiones con el mundo más allá de las fronteras de la
representación o la presencia imaginaria (a la que generalmente hacen
desfallecer) y se imponen como »momentos de crisis y reconfiguración«. En este
sentido, encontramos archivos, montajes, instalaciones y videos que se ocupan
de otorgar voz a aquello problemas y situaciones que en los discursos
autorizados aparecen silentes, ocultos o velados. Sus obras se erigen como un
ejercicio crítico —en cierto sentido, un documento imaginal— que, al
inscribirse en un contexto determinado, generan un complejo sistema de vínculos
legible a la vez desde múltiples lugares. Sus obras, elaboradas con una sutil
y atenta factura poética, se plantean como »lugares de enunciación« en los que
lo visual se hace pensamiento crítico y en los que lo estético y lo ético se
contaminan mutuamente. En estas obras, la »representación« y sus estrategias de
contención formal se derrumban, gracias a lo cual lo artístico se expande
apropiándose de los espacios del mundo y la cotidianidad —de sus problemas y
realidades, de sus modos de manifestación, de sus formas de existencia, también
de sus sombras, deudas y fisuras—, convirtiéndose en »ensayo visual« capaz de
interpelar la realidad.